Por Jenny Lowick-Russell A, Jaime Hidalgo A. y Marco Espíldora H.
A raíz de la actual coyuntura sanitaria generada por el Covid-19 han surgido una serie de dilemas respecto al cuidado y tratamiento de las personas mayores. Dilemas que pueden ser abordados a la luz de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, suscrita por Chile en el año 2017, para procurar el bienestar este colectivo tan diverso y heterogéneo.
Sobre la base de la misma Convención, el Comité Latinoamericano y del Caribe – Asociación Internacional de Geriatría y Gerontología, Comlat realizó recientemente un llamado a los gobiernos de la Región y a los sistemas asistenciales a evitar discriminar por edad (Edadismo). En el Artículo 4, con respecto a los Deberes del Estado, se orienta sobre las conductas destinadas a resguardar los derechos de las personas mayores, y entre ellas: “Toda consideración que solo tome en cuenta la edad para el proceso de toma de decisiones es una discriminación incompatible con los derechos humanos”.
Junto a lo anterior, es importante considerar que las formas de cuidado ante el Covid-19 son también un campo de dilemas. El aislamiento físico domiciliario que pone su acento en los mayores de 75 años debiera hacerse sobre las características de base y de las condiciones de riesgo, además de tomar en cuenta las decisiones de las personas en todo orden de apoyos o asistencia, entre otros, y prevenir la discriminación que se agudiza en escenarios complejos como la actual pandemia, y que pone en tensión los avances y sostenibilidad de las garantías fundamentales de este grupo etario.
Paralelamente, los medios de comunicación y prensa debieran adecuar no solo el lenguaje sino también el uso de la imagen que se hacen de las personas mayores y que también requiere un abordaje como sujetos en derecho.
Además de los debidos resguardos durante la emergencia sanitaria, no se puede pasar por alto que las personas mayores son expertas vivenciales, por los años vividos y construidos, por las circunstancias históricas sorteadas que también incluyeron episodios como el que atravesamos. El 85% de personas mayores autónomas en Chile son también parte de los colectivos que hoy están apoyando a otros, a sus familias, a sus comunidades, desde sus organizaciones y domicilios.
Que este 15 de Junio, Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, se prolongue todo el año y permanentemente se tome conciencia de su significado, proyectando una sociedad libre de edadismo, y que la citada Convención sea una carta de navegación para enfrentar los dilemas y desafíos de hoy y que de seguro se seguirán enfrentando durante y después de esta pandemia.